Un sistema hidráulico es aquel que transmite fuerza a través de un fluido lo que implica la transformación de energía, ya sea mecánica o eléctrica en hidráulica. Estos se encuentran presentes en todo tipo de entornos industriales grandes y pequeños, equipos de construcción y vehículos.

Un sistema hidráulico está integrado por:

Bombas y motores: proporcionan una presión y caudal adecuado de líquido a la instalación.

Depósito: se encarga de recuperar el fluido después de usarlo y mantenerlo en un nivel adecuado para la instalación.

Válvulas: se utilizan para arrancar, detener o dirigir un fluido.

Actuadores: es donde la energía hidráulica se convierte de nuevo en energía mecánica.

Acondicionadores del aceite: son dispositivos que permiten mantener el aceite en condiciones adecuadas para la instalación, alargando la vida útil de ésta.

Red de distribución: garantiza la presión y velocidad del aceite en todos los puntos donde se utiliza.

Elementos de regulación y control: se encargan de regular el paso del aceite de las bombas a los elementos actuadores.

Con información de Cursos AIU, Suhissa  y el Centro de Formación Técnica para la Industria.